Los alumnos de 1º de ESO han realizado una actividad diseñada para el fomento de la escritura. Se trata de escribir un relato en el cual ellos mismos se convierten en los protagonistas, pues tienen que narrar en primera persona una historia de intriga detectivesca. Es una historia guiada, pues a través de un casillero en el que se formulan preguntas, ellos mismos van construyendo el relato. Os ofrecemos aquí un par de ejemplos.
Misterioso secuestro
Esta mañana muy temprano, ha sonado mi teléfono, era mi jefe. Me comunicaba que había sucedido un secuestro en la calle Pintores, frente a la cafetería Los Ángeles. Me llamo James Smith, y soy detective. Me han asignado este caso porque la víctima es la hija de mi amigo Jack, su única hija y, si la perdiese no se recuperaría nunca. Está en mi mano ayudarle. Estuve estudiando el caso todo el día y llegué a la conclusión de que había un claro sospechoso, su nombre es Michel Stivenson. Es un secuestrador muy buscado por la policía a causa de sus numerosos delitos y siempre ha conseguido escabullirse. Descubrí que podía ser él, porque se le había visto por la zona donde se produjo el secuestro. Es muy astuto y conoce perfectamente a sus víctimas de manera que sabía dónde y cómo podía hacerles más daño, tanto a ellas como a sus familias. Su plan era casi perfecto. Para secuestrar a la joven utilizó unas cuerdas y una cinta con el fin de atarla y amordazarla. Sin embargo, dejó olvidado un pequeño trozo de cinta con la que la amordazó, con lo que conseguí una pista vital; la estuve examinando durante dos horas y, al final, descubrí que tenía unas huellas dactilares marcadas; eran las suyas. Siguiendo esa pista, junto con la sangre de la chica, que encontré en el lugar del crimen, intenté localizar al secuestrador, pero el tiempo se me echaba encima, la noche llegaba y yo no era capaz de resolver el enigma. Volví a mi casa dándole vueltas en mi cabeza al caso. Guardé la cinta en un cajón dentro de mi habitación, cerré todas las puertas y ventanas y me tumbé en la cama; al poco me venció el sueño. A media noche escuché un portazo, era la ventana del salón, pero no me preocupé pensando que era la lluvia y el viento que azotaba con fuerza. A la mañana siguiente me di cuenta de que la ventana estaba abierta. Corriendo, fui a mi habitación, la pista ya no estaba en el cajón, alguien la había robado, probablemente había sido Michel. Volví a iniciar mis investigaciones, y entre ellas pregunté a un dependiente de un comercio cercano, su cámara de vigilancia lo había grabado todo. Le pedí la grabación que amablemente me cedió y, en ella, se observaba todo el secuestro. Efectivamente era Michel. Averigüé que tenía alquilada una casa de campo a las afueras de la ciudad. Después de una rigurosa inspección comprobé que había una habitación con las ventanas cerradas y Michel estaba sentado tranquilamente en el porche de la puerta principal. Siin pensármelo dos veces me acerqué a él, que se levantó rápidamente, y me dijo: -¿Qué quieres? -Verás, me he perdido y no sé cómo salir de este laberinto de casas- respondí. Cuando levantó la mano para indicarme la salida, me arrojé sobre él y le impedí sacar la pistola que tenía guardada en el bolsillo. Después lo inmovilicé, le puse las eposas y le prengunté: -¿Dónde está la chica? Él no quería responderme. Tiré la puerta abajo y oí un grito. Era ella, la hija de mi amigo Jack. Llamé a mis compañeros de la policía y se llevaron al secuestrador. Saqué a la chica del aquel lugar tan siniestro y la llevé con su padre. Había conseguido mi objetivo, finalicé el caso sin muertos ni heridos y me gané la confianza de mis compañeros y el agradecimiento de por vida de mi amigo.
N.C.F. 1º B
El último caso del detective Montero
Muy buenos días, les informamos desde la cadena de televisión WFF. Comunicamos que una niña llamada Jane Smith, de unos once años de edad, ha sido secuestrada ayer a las 16:47 horas de la tarde en la puerta de su casa. Al parecer fue llevada en una furgoneta de color granate oscuro. Su padre, Jonh Smith, está muy afectado, es el director de un prestigioso banco de Madrid. Los secuestradores son una banda de delincuestes. Se sospecha que tienen planes económicos. El FBI está tras el caso y varios detectives estáb con ello. Es todo lo que se sabe hasta el momento. Les ha informado Alicia Kelin.
Un hombre de cabello castaño y manos bastas apaga el televisor, un televisor ya viejo. El hombre tiene los ojos azules, lleva una camiseta de cuadros, con una corbata clara, usa zapatos anchos. Coge su chaqueta y su gorro, se levanta y va hacia la puerta del apartamento. Una vez fuera, se dirige hacia una comisaría del FBI. Al entrar, una chica guapa de ojos verdes, rubia, con muchas mechas, se dirige al hombre:
-Buenos días señor Montero, el jefe le está esperando en la sala de interrogatorios, ha sido liberada la niña que salió en la televisión, Jane Smith, la secuestrada.
-Gracias, Leny- Responde el señor Montero.
Montero entra en la sala de interrogatorios:
- Hola, buenos días, este es el detective Montero- Dice una voz con tono grave que precedía de un hombre en cuya chapa se podía leer " Christian, jefe del FBI", dirigiéndose a un hombre robusto de la policía- ha sido liberada Jane Smith, pero no sabe quién la ha secuestrado, ni la matrícula de la furgoneta, no se acuerda de nada. Serán los nervios. Aquí la dejo a su cargo, detective.
- Bueno, guapa, dime lo poco que recuerdes- dice el detective Montero a la chica una vez que los demás se han ido de la sala.
-No sé, todo fue muy rápido- continúa la chica mirando hacia la mesa- sólo recuerdo que eran tres hombres, uno tenía gafas y creo que había otro en el asiento del conductor, así que en total serían cuatro. Iban con chalecos y una capucha que les tapaba la cara, también creo que vi a mi vecino, el señor Rombard, es muy desagradable. Lo vi asomado a la ventana de su habitación, no puedo acordarme de más. Lo siento.
-Gracias, ha sido de mucha ayuda- responde satisfecho el detective Montero.
El detective, con su ayudante Rayo, un perro de raza Pastor alemán, van a casa de ese vecino sospechoso. Llaman al número 21 de la calle Conejal. Al decir Montero que son del FBI se abre la puerta poco a poco, dejando ver a un hombre con barba descuidada, pelo negro y una camiseta blanca manchada y cruzada con unos tirantes.
-¿Quién eres?-pregunta Rombard.
-soy el detective Montero, del FBI, vengo a hacerle unas preguntas, ¿puedo pasar?
-sí, pero el chucho se queda ahí.
Montero ordena al perro sentarse y entra en la casa, que está toda desordenada. El señor Rombard indica al detective haciéndole un gesto con la cabeza que se siente en una silla; al hacerlo comienza el interrogatorio:
-vengo por el caso de su vecina, la señorita Jane Smith, no sé si usted lo habrá oído en la televisión.
El señor Rombard duda unos instantes, mira por la ventana hacia la casa de Jane y dice:
-si no le importa, me gustaría ver su placa.
Montero le enseña su placa y al instante continúa Rombard:
-yo estaba mirando por la ventana de mi habitación para ver si el cielo estaba despejado, entonces vi a cuatro hombres que cogieron a la niña y la metieron en una furgoneta de color granate oscuro... me parece haber visto la matrícula, pero no estoy muy seguro, era MB 0107CC, creo.
-muchas gracias, creo que eso será suficiente. Hasta pronto- dice el detective levantándose de la silla.
Después abandona la casa indicando al perro que se levante y se dirigen a su aparamento.
11: 00 am
El despertador suena y el detective Montero se levanta de la cama, se pone una gabardina y sale del apartamento sin llamar a Rayo. Se dispone a buscar la furgoneta con esa matrícula, pero no tiene éxito. Coge un mapa y señala una parte de él, donde la ciudad se acaba hay una casa rande junto a un río.
12: 30 pm
El reloj señala las doce y media de la mañana cuando llega a la casa. Se baja del coche y se dirige hacia ella, ve la furgoneta granate y se aproxima, la matrícula coincide, pero al observarla de cerca se ve que los tornillos están flojos, lo que significa que es una falsa pista, pero eso también quiere decir que los delincuentes están en la casa.
El detective coge el móvil y llama a sus compañeros del FBI pidiendo refuerzos, por si acaso. Decidido a inspeccionar el lugar, mira por la ventana, ve una cocina con muchos platos y vasos sucios. Se dirige a la siguiente ventana, que da al salón, y allí hay dos hombres, pero no está el de las gafas. En ese momento lo llaman por teléfono. Montero corre hacia unos matorrales que hay cerca y cuelga el móvil. Los secuestradores salen de la casa para ver qué ha producido el ruido que han escuchado, pero no ven nada. Montero, al ver que entran en la casa, coge el móvil: es Christian, su superior.
-Hola, Montero, tengo que comunicarte que ha sido raptada Jane de nuevo por los mismos tipos. A las dos horas siguientes han llamado al padre y le han dicho que quieren diez millones de euros en efectivo el martes.
-no, esto no puede pasar, estoy en la casa de los secuestradores, sólo veo dos hombres, el otro estará arriba. Que se den prisa los refuerzos, voy a entrar- contesta Montero.
El detective saca una pistola de uno de los bolsillos traseros y va hacia la puerta que, casualmente se han dejado abierta, apuntando con la pistola hacia el frente entra y ve a los dos hombres. Él les dice que levanten los brazos, que es del FBI, pero ellos echan a correr. Montero le dispara a uno de ellos haciendo que caiga en el momento, el otro coge una ametralladora. Montero se esconde tras el sofá y le dispara en el pecho. Después sale de su escondite y sube las escaleras despacio. Abre una puerta y allí está la niña. De repente una bala le da al detective en la espalda y se desploma. En ese momento llegan cinco furgonetas blindadas del FBI con muchos hombres armados y obligan a los dos secuestradores restantes a salir de la casa con las manos en la cabeza.
Más tarde, en la televisión informan de que la chica, Jane Smith, ha sido liberada y entregada a su padre. También comunican que el hombre que la salvó, "el detective Montero", falleció a causa de un tiro en la espalda.
A los secuestradores los metieron en la cárcel de por vida. Jonh Smith dejó el banco en manos de su hermano pequeño. Todavía hoy mucha gente recuerda a Montero como un buen hombre y un gran detective.
M.A.M. S. 1º B
